El capitán de la Ruta Quetzal, el periodista Miguel de la Quadra-Salcedo, acaba de regresar de la expedición 22ª de las que le han llevado a él y a miles de estudiantes por esos mundos. La Ruta está patrocinada por el BBVA. De la Quadra nació hace 70 años, pero acaso la cercanía de los chicos le mantiene hecho un chaval.
 

Pregunta. Acaba la Ruta. Descomprensión, se supone.
 

Respuesta. Qué va. Pienso en el año que viene. Vamos a celebrar el Año Internacional del Agua. Y la capital mundial del agua será Zaragoza. Ahí también tendremos que ir. Y el país que mejor gestiona el agua es Panamá, por el canal. E iremos a Panamá.
 

P. ¿Viajero por periodista?
 

R. Todos los viajeros, desde que Gonzalo de Oviedo inventó la geografía humana, son en el fondo cronistas, como los de Indias; eran periodistas viajeros que iban viajando y descubriendo.
 

P. ¿Dónde nació esa pasión?
 

R. En mi casa. Y leyendo: Salgari, Julio Verne. Leyendo y mirando. Los Juegos Olímpicos, el barón de Coubertin, la pureza de ese mundo del atletismo que ya no existe hoy. Por los Juegos empecé a interesarme por los viajes. Conseguí una beca, fui a Puerto Rico a lanzar disco y descubrí lo que era América. Y ya no la dejé, porque, como dice Álvaro Mutis, América se instala debajo de tu piel ya para toda la vida.
 

P. ¿Y cuándo descubrió el periodismo?
 

R. Todavía no lo he descubierto. Es una manera de vivir, una filosofía de la acción. Sócrates tenía alrededor a periodistas. "A ver, Jenofonte, haga usted el favor de ir a esta guerra y hágame una crónica". Ser periodista es aprender a madurar.
 

P. Y hubo momentos espectaculares en su trabajo, como cronista de la televisión... Ahí estaba usted, en Santo Domingo, en el despacho de Caamaño cuando le atacaron los marines...
 

R. Qué voy a estar yo, estaba la televisión. Era el 30 de abril de 1965; bajaron los marines y yo estaba con Caamaño en su despacho; le entró una furia terrible, y nosotros lo pudimos filmar. Los marines eran navajos, indios navajos. Siempre los norteamericanos se han servido de indios o de negros para sus guerras. Nunca van ellos. Los que tienen en Irak son de El Salvador, por ejemplo. Les dicen: "¿Quieren ser norteamericanos? Pues vayan a la guerra".
 

P. Y sigue siendo usted un periodista, sigue contando.
 

R. Pero ya no se cuenta igual. Antes los periodistas iban a los dos lados del conflicto. Ahora lo cuenta una central de información y tú tomas nota. Ahora querría hacer reportajes sobre la historia de los descubrimientos.
 

P. ¿Cómo ve el momento actual del periodismo?
 

R. Hay un arma que es como un bumerán: Internet. Bien usado, Internet mejorará mucho esta sociedad... ¿Y el periodismo? Yo creo que los periodistas tienen que hacer dos carreras, arte y periodismo, historia y periodismo... Periodismo sólo es poco. Yo recomiendo a los chicos que vienen con nosotros que si quieren ser periodistas hagan también otra carrera.
 

P. Usted la hizo.
 

R. Empecé ingeniería agrónoma y terminé como perito. Me enamoré de la etnobotánica, que es una manera de vivir el tiempo de los grandes botánicos; me fascinó la historia de Francisco Hernández, judío, que viajaba con brujos; se envenenó varias veces pero así iba descubriendo medicinas.
 

P. ¿Qué le ha hecho a usted como persona tanto viaje?
 

R. Que por ahí, por el mundo que he ido viendo, no ha llegado aún el empacho de bienestar que tiene nuestra sociedad. Hay que ir hacia la austeridad, bajar el techo de las necesidades, y eso se aprende por ahí...